viernes, 5 de noviembre de 2010

Adicto

Dios creo al hombre y luego a la mujer,
porque primero hacemos el borrador y luego la obra maestra.


Desde el momento de la creación,
se hace presente la adicción.
Una dependencia divina,
que me convierte en el adicto en cuestión.

Adicto a tu voz y a tu silencio,
el nunca estar ahí siempre fue tu talento.
Adicto a tus labios y a tu saliva,
puede sonar controvertido,
pero soy adicto a lo prohibido.

Adicto a tus pétalos y a tus espinas,
fuiste arquitecta de mis caídas.
Adicto a tu amargura y a tu endulzante,
atractivo encontramos en lo mas repugnante.

Adicto a tu presencia y a tu ausencia,
increíbles los limites de mi paciencia.
Adicto a tu luz y a tu oscuridad,
nunca espere que te fuera bien,
pero tampoco que te fuera mal.

Tus pasos me llevaban a lugares que solían ser sanos para mi,
ahora todos envuelven tu triste recuerdo carmesí.

Soy un adicto en rehabilitación unánime,
luego lo arreglo escapándome.

Te buscare y te volveré a encontrar,
sigo siendo una persona normal,
hasta necesitar la dosis que me das.

5 comentarios:

  1. perfecto en pocas palabras eres adicto a ella

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  2. Yo lo arme pensando en una historia.

    Primero hablo del origen de la adicción a la supuesta perfección de la mujer.
    Luego lo adapto al protagonista, que esta en una especie de, "me gusta pero me hace daño".
    Y al final se da cuenta que la única cura para la adicción es mas dosis.

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  3. De verdad cierto, sabes lo que te hace mal pero dependes tanto de eso que aún consciente lo quieres, lo tomas, te arrepientes, dices que lo dejarás hasta que el síndrome de abstinencia te toma preso y volvemos al ciclo...

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  4. Hola los invito a leer mi blog

    http://tandementiracomolavida.blogspot.com/

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