Un cruce de miradas en aquel café,
bastó para hacer mi amor florecer.
Te seguí como siguiendo un sueño,
sin darme cuenta ya eras mi dueño.
Te seguí hasta llegar a esa librería,
era amor a primera vista, lo sabía.
Tu haces como que no me ves,
y yo hago como que no te amo.
¿En qué pensaba cuando no te pensaba?
Pensé, mientras unos libros registraba.
Te me acercaste y te presentaste,
que caballero... un libro me recomendaste,
me contradecían, palabras que deseo contenían.
Imaginando, que con un susurro me decías:
"Oye desconocida, quiero ser parte de tu vida"
Muchas cosas deseaba gritarte,
pero del valor soy ignorante,
sólo aquel libro pude comprarte,
y me bastó una simple excusa,
para contigo poder encontrarme.
para contigo poder encontrarme.
A diario por aquella librería pasaba,
y siempre con Oliver me encontraba,
un simple "hola" y una despedida,
de Oliver bastaban para darme alegría.
¿Cómo decirle... que me ha ganado poquito a poco?
¿Cómo hablar... si cada parte de mi mente es suya?
¿Cómo hablar... si cada parte de mi mente es suya?
Tal vez él no sentía lo que yo sentía,
tal vez todo esto sea sólo mi fantasía.
Cada día, cada semana, cada mes,
aunque Oliver no me ame... yo lo amo a él.
¿Qué harás luego del trabajo?
¿ Quieres tomar un café conmigo?
Esas palabras practiqué,
una y otra vez.
Rompí el hielo de mis labios,
que por mucho tiempo estuvieron sellados,
por fin me atreví a dar el primer paso,
quizás Oliver y yo... podríamos llegar a amarnos.
¿Qué harás luego del trabajo?
¿ Quieres tomar un café conmigo?
Esas palabras practiqué,
una y otra vez.
Rompí el hielo de mis labios,
que por mucho tiempo estuvieron sellados,
por fin me atreví a dar el primer paso,
quizás Oliver y yo... podríamos llegar a amarnos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar